El timo de los listos

13 de octubre de 2008

Llevo unas cuantas semanas asistiendo anonadado a esta especie de ola apocalíptica sobre la crisis mundial que se nos avecina. Los telediarios de la televisión, además de las catástrofes atmosféricas y tragedias familiares con las que desde hace unos años amenizan nuestras cenas, nos taladran ahora el cerebro una y otra vez con las teorías económicas presuntamente variopintas que intentan obtener una solución para el Armagedón financiero en el que estamos implicados. Nos enseñan las imágenes de los brokers de Wall Street sudando tinta china y mesándose los cabellos y a continuación lo relacionan con las explosivas declaraciones de señora Angustias, que desde el mercado Maravillas por lo visto nota en su monedero la tensión en el parqué.

En pocas semanas los expertos en economía han aparecido como si de periodistas deportivos se tratara. No sólo saben de economía los que normalmente escriben en esas páginas del periódico que solamente lee un porcentaje de gente parecido al porcentaje de gente que sigue la liga de softball femenina, sino que son verdaderos expertos los mismos que ayer hablaban del 11-M, del congreso del PP, del poder judicial, de la guerra en Georgia, de las consecuencias del Prestige, de los rizos de Ronaldinho o del efecto invernadero. No sé lo que se estudiará en la carrera de periodismo pero debe ser impresionante. Me asusta la cantidad de cursos que deben tener o la cantidad de años que necesitarán para salir de la carrera sabiendo de Economía, Política, Marketing, Terrorismo, Derecho, Diplomacia, Historia, Etnografía, Sociología, Deporte, Ingeniería Química o técnicas de defensa del medio ambiente, entre otras c
osas. Supongo que por eso dejan la tarea de contar la realidad a otros gremios.

Yo estudié un par de cursos de economía en la universidad (Teoría económica y Administración de empresas) pero no me considero ni de lejos un experto en economía. Es más, suelo decir que no tengo ni idea cuando me preguntan salvo que me tope con este tipo de periodistas o alguno de los replicantes que repiten lo mismo que escuchan y que existen repartidos entre la plebe, momento en el que me crezco y saco todo el cinismo que guardo, que por cierto es mucho menos del que este grupo de iluminados merece.

Desde hace unos años vivimos en un mundo donde las teorías librecambistas, el liberalismo o el capitalismo a ultranza se asumen no como el sistema vigente sino como el ÚNICO sistema plausible en democracia. Cuantas veces habré leído asociada la palabra democracia a la palabra mercado. Aupado por esa corriente de reducirlo todo al código binario que asola a la humanidad todo lo que no sea liberalismo económico es comunismo, 
y ya sabemos que el comunismo fue derrotado, aniquilado y desestimado cuando cayó el muro de Berlín. Nadie se plantea cuanto tenía que ver lo que hicieron Stalin o Ciaucescu con las teorías de Marx y Engels porque todo va en el mismo saco. Total si ya nadie se leyó en su día los tres tomos del El Capital mucho menos se lo van a leer ahora. Tampoco nadie se pregunta si existe alguna otra cosa distinta o al menos algún tipo de solución entre los extremos. Total, todo lo que no es capitalismo es comunismo y el comunismo es el infierno. Punto.

En medio de esa “verdad absoluta” aparece esta crisis que nadie entiende pero que todo el mundo explica. Mi abuela no puede entender en que le afecta a ella algo como la bolsa, un ente abstracto y regido por reglas difusas en el que participa menos del 20% de la población. Francamente yo tampoco. Es más, veo complicado explicarle a mi abuela este “magnífico” sistema económico con el que nos han bendecido al “mundo libre” en el que la posibilidad de que mi familia llegue a fin de mes depende de que los 20 ricos que tienen el dinero se dediquen a jugar con el y sobre todo a que ganen mucho más. Parece ser de todas formas que el problema no es la bolsa en si sino que no hay dinero moviéndose y eso paraliza el sistema. Y digo yo, ¿Por qué no hay dinero moviéndose?

Al parecer la razón es que las entidades financieras, los bancos, movidos por la euforia compraron activos que no valen lo que pagaron por ellos. Ese desequilibrio genera que no sólo que no exista dinero en circulación sino que además crea desconfianza entre los que podrían ponerlo pero no se atreven a hacerlo por si pasara lo mismo. Es decir algo así como si yo compró por 10 una cosa que vale 4 y que además ahora no puedo pagar. Curioso. Si yo hago eso seguro que en algún momento lo pago pero al parecer lo bueno del capitalismo es que si tienes mucho dinero como para jugar en la primera división tus errores los pagan los pobres y te los arreglan los pobres también. Resulta que llevamos más de diez años sumidos en una especie de boom económico donde las grandes empresas, encabezadas por los bancos, doblaban y triplicaban sus beneficios año tras año. Mi sueldo durante esos años subía con el IPC pero los beneficios de las empresas y los sueldos de los directivos se multiplicaban siguiendo una ley exponencial. Ahora sin embargo no hay dinero y los primeros que no lo tienen son los bancos. Me resulta raro sobre todo cuando no veo por ningún lado altos directivos en paro, ni despedidos, ni pasándolas “putas”. Es más curioso todavía cuando todos los días desayunamos con un nuevo expediente de regulación de empleo justificado en la “acuciante” crisis dándose incluso en empresas que siguen teniendo buenos beneficios. Y hay más cosas curiosas ¿Por qué nos damos cuenta ahora de la situación y no hace 15 años? ¿Dónde están todos esos beneficios brutales generados durante todo este tiempo? ¿Quien tiene el dinero de los activos tóxicos que se vendieron?

Estas preguntas no parecen importarle a nadie cuando la solución adoptada unánimemente por todos los gobiernos de países afectados, independientemente de si están gobernados por partidos de derechas o de pseudo-izquierda, aplaudida por los medios de comunicación y por los analistas que visten de Armani, consiste en “inyectar” dinero público a esas entidades para “reactivar” el mercado. Es decir, “más madera”. Es decir, los ciudadanos que durante 15 años y gracias al mercado libre han visto como cada vez tenían que pagar cada más por la gasolina, el gas, el teléfono, el agua, la luz, los créditos, las casas, internet, la medicina, el transporte público, los alimentos básicos, etc… ahora tienen que pagar de su bolsillo el que unos señores que ganan entre 30 y 40 veces un sueldo normal decidieran comprar por 10 lo que valía 4 con el dinero que ya nos habían quitado a base de hipotecas a 40 años y precios abusivos que generaban beneficios estratosféricos a los accionistas y directivos. ¡Y encima hay que hacerlo por nuestro propio bien para que conservemos nuestro puesto de trabajo! ¿De verdad este es un sistema que funciona?

En un momento de paranoia se extendió la idea de que el dinero en los bancos no estaba seguro y se empezó a correr el rumor de que existiría una epidemia general para retirar el dinero de las entidades financieras todos a la vez con lo que ocurriría un debacle del sistema. Por supuesto rápidamente salió la prensa, esa gran aliada del poder, para tranquilizar al vulgo y el gobierno poderoso salió a prometer algo que cualquiera sabe que no puede cumplir (si todos los bancos quiebran a la vez no tiene 100.000€ para cada uno de nosotros). Todo se calmó. Por lo visto todo es un problema de “confianza” y el “mundo libre” parece algo más dócil de lo que acostumbra. En esos días fue cuando escuché a un “experto” decir algo que me dejó anonadado y que me hace plantearme algunas cosas. El “experto” en cuestión decía que si todos los clientes de un banco deciden recuperar el dinero el mismo día ningún banco del mundo podría satisfacer esa demanda porque en el caso de que fuese un banco saneado el dinero está invertido en otras entidades, activos o inversiones de diferente índole y en el que caso de que hoy por hoy fuesen entidades “contaminadas” muchos de los activos donde está el dinero ni siquiera valen lo que los bancos han pagado por ellos. Me acordé entonces de los casos de AFINSA Y FORUM FILATÉLICO de hace unos años. Si, eso que pasó de repente y nunca más se supo. Si, eso que la prensa solucionó con un “hay que ser gilipollas para invertir en sellos” que lo explica todo.

En el momento de la intervención se propuso como prueba irrefutable del “fraude” el que las entidades no tenían dinero suficiente para pagar a todos sus clientes en ese momento y que los activos que tenían en depósito, los sellos, no valían lo que se había pagado por ellos. ¿Les suena? Sin entrar a valorar lo que cuesta algo de valor tan vulnerable como una pieza de colección (¿Cuánto costarían los Mercedes que están en un concesionario si un día antes la prensa mundial dice que esos Mercedes están mal fabricados, aunque no lo estén? ¿Cuánto costaría la Gioconda si mañana el mundo asume que es falsa aunque no lo sea?). podemos suponer en el peor de los casos que fueron entidades que compraron activos por más de lo que realmente costaban. El caso es que en esas presuntas entidades de gestión  de bienes no tangibles estaban los ahorros de miles de españoles anónimos y humildes (no vi a ningún millonario afectado) que fueron víctimas o bien de unos dirigentes incompetentes o bien de una precipitada e interesada acción de la administración. La respuesta en ese momento del ecuánime gobierno español que vela altruistamente por sus ciudadanos fue que no sólo no garantizaba nada de nada a las víctimas o que no tenía ninguna intención de intentar paliar la herida sino que además les condenaba al oscuro ostracismo y al desprecio altanero de la opinión pública. Básicamente dijo algo así como “que les jodan” pero con un mejor talante. ¿Me podría explicar algún experto cual es la diferencia? Los bancos “serios” se dedican durante 15 años a comprar cosas por mucho más de lo que valen, especular con ellas con lo que consiguen el dinero para comprar más cosas y por el camino los beneficios de las empresas se duplican año a año mientras sus directivos literalmente se forran. Ahora el sistema se colapsa y la administración que les ha dejado hacer todo eso no sólo no interviene judicialmente, ni reclama daños, ni encarcela a nadie, ni tan siquiera se queja sino que les recompensa con unos cuantos miles de millones de euros para que los mismos pobrecitos sigan jugando a la ruleta de la fortuna y ver si así se recuperan. Ahora hay bancos cuyos activos no respaldan el dinero ingresado por sus clientes pero el gobierno, el mismo que demonizo a las víctimas del “timo de los sellos”, ahora protege a las víctimas del “timo de los listos” premiando de paso a los propios “listos”. ¿Por qué?

Eso sí, nadie se plantea que quizás, en un hipotético caso, puede que este sistema capitalista de mercado libre y democrático no sea el bueno. Es más, los talibanes del neoliberalismo insisten todavía en que todo esto ha ocurrido por exceso de intervención de los gobiernos en el mercado. ¡Hace falta más mercado libre!, gritan. Hace falta tener cara dura.

¿Por qué en lugar de dar el dinero a unos bancos corruptos que han malversado fondos y han creado el caos financiero reinante para que estos gestionen los créditos que reactiven la economía esto no se hace desde la propia administración y sin intermediarios? A perdón, es que eso se llama nacionalizar la banca y es de rojos de los de antes o de comunistas y claro, seguro que acabaríamos todos trabajando 15 horas en Koljos y viviendo toda la familia en un cuarto. Incomprensible pudiendo trabajar 12 horas con un contrato de mierda y por un sueldo de mierda con el que pagar una hipoteca a 40 años para que unos desgraciados y negligentes sigan chuleando de Yate.

5 comentarios:

Samuel Tristán dijo...

Amén.

Samuel Tristán dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

En cuanto a lo de los periodistas es de chiste, no sólo "hablan" de todo, sino que hoy dicen blanco en uno de esos cultos debates, mañana negro en otro (encima pluriempleados) y se quedan como dios. No lo olvides además de estudiar todo lo que mencionas, casi todos son magníficos literatos que nos regalan infumables libros.
Lo de los directivos de las grandes empresas es de rizar el rizo, no sólo no les juzgan por las tropelias y cagadas que hacen sino que encima les pre-jubilan dándoles un pastizal por sus servicios.
Se puede decir más alto pero no más claro de como has descrito la realidad, pero esos es decir la verdad y, ¿a aquén le interesa?

Anónimo dijo...

Muy acertado análisis de la "crisis"
Gracias por acordarte de los 460000 afectados de Forum y Afinsa.
Saludos de uno de esos afectados.
Gracias.

http://afectadosforumfilatelico.blogspot.com/

milno brion dijo...

Samuel, te he contestado en tu blog. Un abrazo.

Gracias anónimo por tu comentario

y purgui, muchas gracias especialmente a ti. Creo que directa o indirectamente todos fuimos afectados.