Es curioso como cosas que has dejado hace tiempo aparentemente olvidadas en el almacén de los recuerdos surgen frescas a tu memoria simplemente recordándolas…. en este caso el causante de este refrescante flash ha sido el regalo en CD de un disco que durante años tuve grabado en una cinta.
Si bien reconozco que desde siempre he sentido afinidad por los gustos Mod y que en más de una ocasión he estado (y estoy) más o menos cerca de todo ese mundo, reconozco también que aquello a lo que se le llamó el “revival Mod” de finales de los 70, es decir toda esa colección de grupos que surgieron a la estela de the Jam (banda que por dimensión y recorrido no considero incluida dentro de la misma colección) no es algo que en lo musical me vuelva precisamente loco. Sé que esto puede levantar alguna que otra espina pero nada más lejos de mi intención puesto que no pretendo adoctrinar a nadie y se trata simplemente de una opinión personal.
He hablado muchas veces de este tema con amigos mucho más duchos que yo en conocimientos musicales que adoran toda aquella intensa pero efímera explosión de grupos y consecuencias que sucedieron en aquella época tan interesante, pero por muchos discos que me dejaran y por muchas historias fascinantes que me contaban, resulto que el movimiento, la escena que se creo alrededor o lo que me contaban era siempre mucho más interesante que la propia música. Ojo, hay algunas buenas canciones y en general no me desagrada en absoluto pero tampoco me parece que algo realmente bueno ni es algo que suene constantemente en mi casa.
Digamos que todo lo escrito anteriormente sería completamente cierto y acabaría ahí si en el camino no hubiese existido una banda llamada Squire. Por alguna razón fue a los últimos que descubrí pero los que se han quedado. A pesar de tener una trayectoria corta y efímera del mismo calibre que la de sus correligionarios, para mi tienen un punto de calidad y personalidad bastante superior al resto. Sin abandonar ese gusto por un concepto muy concreto de lo que era la música de los 60, Squire se demarcó lo justo (poco, en cualquier caso) para dejar entrar aire fresco y entrever un sólido talento para escribir canciones pop con personalidad (¿Quizás porque el cantante y compositor que fichan no pertenecía desde el principio al movimiento Mod?). Resulta curioso y significativo en cualquier caso que uno de sus singles en plenos años 80, ya en el declive de su carrera, fuese una versión (calcada) del “September girls” the Big Star.
Supongo que a los que se pasan por este Shangri-la del Pop sin complejos que es popmadrid(1) no les estoy descubriendo nada nuevo pero si no es así, o simplemente se trata de algo que se ha oído hablar pero no se conoce, como fue mi caso durante algún tiempo, les recomiendo una nueva escucha de las canciones de Anthony Maynell y amigos más allá del it’s a mod, mod world.
Como todos los grupos de la escena no fueron una banda de editar LP’s, de hecho realmente LP’s como tales solo tienen el interesante Get Smart! (disco que se pensó y publicó tras un viaje revelador del señor Maynell por la escena Mod californiana) así que considero que la mejor forma de conocerlos es sin duda a través de sus singles. Todos ellos están recogidos en una magnífica recopilación que ya existía en vinilo (y a mi me grabaron) y que posteriormente se reedito en CD (y me ha regalado la misma persona que me grabó el vinilo). La primera cara de este disco me parece magnífica.
(1) publicado originalmente en el blog de milno brion en Popmadrid
http://www.popmadrid.com/node/20945
MY MIND GOES ROUND IN CIRCLES
11 de marzo de 2008
Por
milno brion
en
09:03
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Etiquetas:
Música
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