Periodismo... de etiqueta

5 de mayo de 2009

Noticia: Contenido de una comunicación antes desconocida (DRAE)

Hubo un tiempo en que el periodismo era eso, una forma de contar la realidad, la forma en la que conocer aquello que pasaba y se desconocía. Hoy, en las antípodas de aquel registro, el periodismo es todo lo contrario. Es la suerte de contar aquello que ya se sabe de la forma que mejor convenga o interese al poder de turno, según los casos. Objetividad, profesionalidad, talento, independencia,… son adjetivos que poco a poco se han ido desprendiendo de la profesión periodística hasta quedar reducido a este sucedáneo entre funcionario y justiciero de incapacidad ética y falta de talento que tanto chirría.

La gente que todavía compra periódicos lo hace para leer exactamente lo que quiere escuchar y reafirmarse en su endogámica teoría, generalmente sazonada con demagógicas entelequias decoradas por algún presunto erudito de las letras. Todos contentos. Llevar un periódico en la mano es como llevar la camiseta de tu equipo favorito y por tanto nada tiene que ver con un medio de comunicación. Es otra cosa. Es la forma barata de parecer que tienes identidad cuando en el fondo (y en la superficie) sigues siendo masa aburrida que suma al peso.

Y lo cierto es que si el nivel literario de los redactores de cualquier diario nacional es sumamente descorazonador el de los tertulianos disfrazados de articulistas de opinión que nos iluminan a diario poco a poco también se va acercando a los mismos postulados, bien por deferencia con su público simplista, bien por necesidades políticas del guión. Pero más va a decaer esta supuesta profesión con la enésima atropelía de los paladines del grupo PRISA (tan patético como el resto de grupos audiovisuales) y con el vergonzoso trato profesado a mi admirado Enric González, uno de los periodistas con más talento de los yo he leído. Hace unos días los paladines de la progresía y la libertad vetaron/censuraron un artículo suyo porque presuntamente insultaba a la dirección del grupo audiovisual. Vean el insulto:

“Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños. Ya sé que exagero, que esas cosas no pasan. Pero antes tampoco pasaban cosas como la de Ramoncín y Paquirrín, y ya ven. Como decía Manolo Vázquez Montalbán, estamos rodeados”

Si estos son los que marcan tendencia dentro de la identidad de izquierdas y el espíritu progresista apañados estamos.

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