Fuera de Matrix

1 de julio de 2009

“Una izquierda que se halla prácticamente desaparecida en occidente. De hecho ningún partido político contemporáneo posee un proyecto que pueda considerarse pertrechado de alguna ideología de izquierda actualizada y algún modelo económico verosímil o viable. La receta general de los diferentes partidos – y cada vez más sólo dos – viene a ser casi la misma y converge en la mayor o menor capacidad para ganar en una estúpida liza de ofertas semejantes y campañas insufribles. Una liza que gana, a menudo, aquel partido que posee una figura mediática o un equipo de marketing con mejor intuición.” (Vicente Verdú/El Capitalismo Funeral-ANAGRAMA/2009)

No quito ni pongo una sola coma. Al fin y al cabo es exactamente lo mismo que pienso y que llevo repitiendo desde que hace unos años decidí negarme a seguir participando en esta pantomima y mucho menos desde la tribuna que ha usurpado el lugar histórico donde debería estar mi forma de pensar. Hace muchos años que observo con espíritu crítico, para bien y para mal, todo lo que entra a través de mis sentidos porque ya desde pequeño me enseñaron a llegar a mis propias conclusiones desde la inteligencia y con la perspectiva de que nadie es más que nadie. Creo que es una de las mejores herencias que he recibido. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de mis congéneres pues me consta que no todo el mundo actúa de la misma forma y todavía existe gente que da mayor credibilidad a lo que se dice en la televisión, aparece en un periódico o escrito en un libro que a sus propias conclusiones. Bueno, ahora lo tienen escrito en un libro… pero me temo que es de esos libros que no cuentan.

Pero me da igual. Yo lo tengo claro y no quiero participar de este sistema caduco que estereotipa, ridiculiza y satiriza aquello que dice defender. Se me revuelve el estómago cada vez que uno de estos profesionales del marketing habla de “nosotros los demócratas” y me sale salpullido cada vez que manosean sin escrúpulos y sin lavarse las manos conceptos como progresismo, tolerancia, socialismo, democracia o sociedad civil.

Un sistema que monta debates de parvulario sobre fenómenos de hace un siglo, con los esquemas y conceptos de hace un siglo, porque es incapaz de adaptarse a la realidad de la que vive (o puede que incluso forzados a hacerlo para precisamente evitar adaptarse mientras distraen al vulgo). Un sistema que inventa un mercado de la estupidez y el fariseísmo pero que lo disfraza de intelectualidad oficial asumiendo, sin que nadie ni nada les de derecho a ello, que todos aquellos que nos inhibimos de participar en su pornográfico aquelarre hemos decidido delegar nuestros derechos y deberes en la todopoderosa máquina de hacer política de spot televisivo.

No señores, no. Existe todo un mundo por descubrir fuera de Matrix. Esta vivo y lleno de gente haciendo cosas.

1 comentarios:

Samuel Tristán dijo...

Ay, señor, cuanto padece usted por entregarse a ese absurdo que algunos conocemos por "razonar".
Entre lo que acabo de leer (y terminaré más tarde, no la columna, sino el libro que me lo compro en cuanto salga de aquí) y el calor que me espera, voy a pasar una tarde de lo más sudorosa.