4 de abril de 2006

150 TEMAS

Dice un dicho popular que la suerte no se tiene sino que se busca. La verdad es que la gente dice muchas tonterías.

¿Qué significa eso de buscar la suerte?

Cuando en la universidad estudiaba cosas como Mecánica, que por cierto han resultado ser tan absolutamente inútiles como imposibles de aprobar entonces, recuerdo que de un temario de 150 temas yo necesitaba estudiar los 150 para que el tema elegido para el examen por la diosa fortuna (solo caía uno) fuese uno de los que había estudiado. Después de cada convocatoria y tras un sonoro suspenso lograba estudiar algunos temas más para ir mejor preparado en el siguiente examen con lo que en dos o tres intentos llegué a la cifra mágica y conseguí aprobar aquella tortura. Algunos dirían que lo que hacía era buscar la suerte pero ¿para qué coño necesito la suerte si me sé todos los temas que pueden caer? Suerte es lo que le ocurrió a un conocido mío que estudió solo diez temas y aprobó con mejor nota que yo. De hecho no conozco a mucha gente que se estudiase todos los temas pero si conozco a muchos que aprobaron la asignatura. Suerte es la del que no pillaron copiando o aquel sonriente rubito cuyo papá tenía muchos amigos.

Esa es una de las grandes enseñanzas que me ha dado la universidad (sino la única): amigo, todos somos iguales pero unos somos más iguales que otros. Por eso en mi caso cuando algo depende de la suerte estoy jodido y lo que necesito no es buscarla (porque eso es una quimera propia de algún redactor borracho del PRONTO) sino intentar acotarla, lo que muchas veces supone sudor, sacrificio y desgaste y casi siempre encontrarse con algún sonriente elemento de brillantes bucles que no lo necesita. En definitiva lo que tengo que hacer es huir de la suerte lo máximo posible lo que resulta muy frustrante también si te gusta el fútbol por ejemplo y eres seguidor del Atlético de Madrid (como es mi caso). ¿Cómo puedo buscar la suerte para que no nos roben los partidos o para que entre la puñetera pelotita?

También es frustrante esto de la suerte si quiero tener un trabajo que no me provoque una continua erupción cutánea provocada por la mala leche , que no me llene el cerebro de pus, que no reduzca mi tiempo real de vida a 3 horas diarias y ansiosos fines de semana o que no me trate peor que a un cochino vegetariano en matanza. Hombre, si mi papá tuviese amiguitos sería todo más fácil, especialmente en este país, pero no es el caso. He estudiado una carrera difícil con solvencia, he sido bueno, he hecho caca siempre en la taza y se supone que he hecho bien todo lo que se tenía que hacer bien pero aquí estoy, sufriendo en secreto unas terribles hemorroides en el alma, buscando culpables entre mi colección de soldaditos de plomo y llorando por dentro.


¿Qué he hecho mal? Aparentemente nada pero es evidente que ha llegado a un punto en el que no puedo acotar más la suerte. He llegado al punto en el que la necesito. He llegado al punto en el que la llamo y no viene pero ella es tan cruel que pasa muy cerca para que vea que existe y que pueda de paso aprender a soñar con lo que nunca tendré.

Estoy harto de tenerme que estudiar siempre los 150 temas. Especialmente cuando en el examen hay 160 y no puedo tener acceso al contenido de los otros 10.

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