Noto una cierta perturbación en la fuerza. En la fuerza de esa pequeña gran comunidad de Tontolabalandia que viven según los cánones de su propia biblia, el País Semanal. Ese dominical de referencia que aúna como nadie dinero y compromiso sostenible. Poderío fashion y observancia de la cruda realidad desde el otro lado de un carísimo pero ligeramente transparente cristal que deja ver pero protege de los malos olores. Noto una cierta perturbación porque andan exaltados sus huestes ante determinadas decisiones que se están sucediendo en distintos puntos de la geografía en los que una formación política como Izquierda Unida está “favoreciendo” a la “derecha” en detrimento de un “partido de izquierdas” (sic).
A lo mejor es que uno es imbécil (no lo descarten) pero cuando antaño servidor iba a votar, lo que veía en la mesa eran diferentes papeletas que en teoría proponían opciones políticas distintas. Sería difícil entender que sentido tendrían dos papeletas que escondiesen la misma opción pero es que en el caso concreto que nos ocupa las diferencias (y me refiero a eso tan poco relevante como es el programa) eran y son más que evidentes. A lo mejor es que uno es un iletrado (no lo descarten) pero quizá dónde se lee “apoya a la derecha” se debería leer “no apoya al PSOE”. Puede que sea un ingenuo (no lo descarten) pero dentro de mí atrofiado raciocinio tras años sometido a la radiación tontolaba uno todavía es capaz de encontrar y entender donde está la diferencia.
En cualquier caso lo mejor siempre es acudir a las fuentes y evitar los intermediaros. Hace un par de días escuchaba uno, en esa almibarada plataforma para la promoción del “nuevo progresismo conservador” que es La Ventana de la cadena SER, a un “sabio” pelotón de fusilamiento pro PSOE que a modo de aleccionadora lección de ciudadanía fusilaban con cariño al señor Pedro Escobar (coordinador general de IU Extremadura) respecto a lo osado y catastrófico para el país que sería la opción que barajaban de “apoyar a la derecha”. En realidad supongo que querían decir “mantenerse fieles a sus principios y no apoyar a nadie” pero como son sabios es difícil a veces entender sus formas. Permítanme no obstante obviar tanta sabiduría y mostrar mi admiración por la intervención radiofónica del señor Escobar. Ante un ambiente amigablemente hostil (así, como son ellos, como es el progresismo conservador) el invitado se mostro locuaz, elegante, educado, simpático y algo que hoy en día es difícil de encontrar en señores que hablan por la radio: coherente.
La entrevista fue larga y jugosa y en ella el entrevistado dejó claro muchas veces su situación ideológicamente contraria a las arengas derechoides del PP pero a mí me bastó una frase del señor Escobar para entender cualquier postura que adopte su formación en el futuro: “Miren, ustedes no viven en Extremadura pero yo si y después de cuatro años de gobierno del PSOE les puedo asegurar que a ese gobierno lo único que le queda de PSOE o de socialista es la camiseta”.
La pena es que el señor Escobar no es sabio. Si lo fuese sabría que Tontolabalandia funciona así. Como una cuestión de camisetas.
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