Notas sobre la SGAE y los autores

5 de julio de 2011

1)Autor es aquel que ha creado y firmado una obra artística. Ramoncín, Victor Manuel, Loquillo o Bumbury son autores. Yo también, aunque tenga tanto que ver con ellos como con Florentino Pérez. Cada vez que se habla de autores refiriéndose a esta estirpe de humanos que lleva desde hace décadas decidiendo lo que es y lo que no es arte, esos que llevan también décadas bloqueando las puertas del artisteo profesional hasta tal punto que parece que no hay vida musical en este país más allá de la puñetera movida de los 80, se me revuelve el estómago y me siento ofendido. Es tan estúpido como atribuir a los aficionados de un equipo las acciones de sus hooligans o asociar al colectivo homosexual las excentricidades de algún miembro con afán de notoriedad y pasado de vueltas. No lo hagan por favor. Están siendo muy injustos con el 90% de los autores.

2) Llevo casi 15 años como socio de la SGAE. He dado cientos de conciertos en ese tiempo en los que al acabar me hacían rellenar una hoja con las canciones escritas por mí y que había interpretado en ese concierto (generalmente casi todas). Las canciones estaban registradas en la SGAE. La sala de conciertos tenía que pagar todas las noches por “derechos de autor” y muchas veces aparecía un tipo de la SGAE para recaudarlo. Es decir, la sala pagaba por los derechos de autor que mis canciones habían generado esa noche en ese concierto. Bien, jamás en 15 años he recibido un solo euro por ese concepto. Me consta que no soy el único. Multipliquen conciertos a diario, salas de conciertos, ciudades en España y háganse la idea. Eso sólo es la punta del iceberg. Si con el dinero que está claro quién genera (el grupo que daba el concierto) ocurre esto imagínese el lector que puede ocurrir con el dinero que no tiene un responsable directo (el canon digital o el canon que tienen que pagar bares y discotecas). ¿Cómo se reparte? Les aseguro que tampoco he recibido un euro por este otro concepto. Millones de euros a disposición de los gestores de la SGAE y la guardia Suiza de artistas oficiales. ¿Podría estar yo sorprendido por las acciones judiciales contra la SGAE? Lo que me sorprende es que ocurran con décadas de retraso.

3) Cualquier persona que cree una obra (de cualquier tipo) y quiera algo de dinero por los derechos de autor que por ella le corresponde tiene por obligación que hacerse socio de la SGAE y registrar allí su creación. Ahora existen fórmulas novedosas de gestión de derechos pero todavía está por ver en que quedan. La SGAE ha mantenido y sigue manteniendo su monopolio en este sentido. Es importante tener esto en cuenta a la hora de demonizar a un socio de la SGAE porque les aseguro que no es muy difícil encontrar a uno de esos socios por imperativo legal que está en contra de la gestión de esa sociedad (yo mismo).

4) La SGAE se habrá convertido en una cloaca para beneficio de un puñado de “listos” pero en teoría es una asociación independiente y privada compuesta por los socios que la componen. Como un club de aficionados, una cooperativa agrícola o cualquier asociación sin ánimo de lucro que se asocia para hacerse más fuerte a la hora de defender sus derechos. La SGAE, como concepto, no es el demonio. Lo que es el demonio es su gestión, sus gestores y sus mamporreros.

5) Como este tipo de asociaciones puede tomar diferente color político o moral (y como el tema da mucho de si), en otros países es fácil encontrar distintas sociedades de gestión de los derechos de autor que compiten entre ellas por hacerlo mejor o que simplemente tienen filosofías distintas a la hora de emplear ese dinero recaudado. El autor elige con cual se siente más cómodo. En España, por alguna razón, sólo existe una. Es una dictadura y un monopolio. Los diferentes gobiernos de este país tienen y han tenido mucho que decir en esto pero por alguna razón también, no lo han dicho.

6) Sé que será difícil de asimilar para muchas mentes acostumbradas a la bipolaridad que todo lo inunda (Madrid-Barça, PP-PSOE,…) pero ir en contra de la SGAE no es ir a favor de la piratería. Personalmente estoy totalmente en contra de la piratería. De cualquier tipo de piratería. Entiéndase por piratería manipular, repartir, ofrecer, comerciar o apropiarse de una obra artística sin el permiso de su autor para hacerlo. Estoy a favor de formulas Spotify, descargas de internet, portales comunitarios, acceso directo sin intermediarios, precios reducidos, cualquier otra formar imaginativa que se ocurra e incluso de la descarga gratuita de cualquier disco, película o libro pero SIEMPRE (insisto, SIEMPRE) que lo decida y/o autorice el autor de dicha obra. No cuando lo decide otro listo, tan listo como los listos de la SGAE a los que critica. Si él autor decide poner su obra gratuitamente para descarga perfecto pero si decide cobrar 200€ por ello perfecto también . El cliente tiene la oportunidad de no comprarlo que de hecho es lo que hace con otro tipo de “productos” sobrevalorados como ipads, Audis, palos de Golf, etc… ¿O alguien se pone a robar o reparir ipads porque el precio está muy por encima de su valor de coste?

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